Es 8 de marzo y hemos decidido llenar el rocódromo con las frases que no queremos volver a escuchar nunca más mientras escalamos. En este breve manifiesto, te contamos de dónde nace esta campaña y cuál es nuestra idea para contribuir con la igualdad desde la escalada.
La poetisa y psicóloga Clarissa Pinkola Estés, narra en «Mujeres que corren con los lobos» un sueño en el que de repente siente que alguien le palmea el pie. Al mirar hacia abajo se da cuenta de que está de pie sobre los hombros de una sonriente anciana. Cuando le propone cambiarse de lugar y ser ella quien sostenga el peso, la vieja le responde: «No, no, así tiene que ser». Entonces comprueba que aquella mujer está, a su vez, subida a hombros de otra mujer aún más vieja y aquella, aupada por otra más y así infinitamente en una «columna de seres humanos unidos entre sí a través del tiempo y del espacio»[1].
Si hoy día las mujeres podemos practicar un deporte como la escalada o los hombres tenéis a una mujer como compañera de cordada es porque, antes que nosotras, otras mujeres soñaron con subirse a una pared y desafiar los arbitrarios límites impuestos por los prejuicios del género. Y no es cuestión de grado, es cuestión de hacerlo posible. Cuando Lynn Hill cogió un avión rumbo a Francia para encadenar el primer 8b+ femenino con Masse Critique, después de que su aperturista sostuviera que jamás una mujer podría escalar ese grado, más trascendente aún que el logro de resolver una vía con esa dificultad -y que luego se vería superado por escaladoras como Josune Bereziartu, Margo Hayes o Angela Eiter, entre otras- fue el de llegar y escalar. Simplemente. Porque cada escaladora actúa como una explosión cuya onda expansiva se traduce en cada vez más mujeres atreviéndose a hacer lo mismo: ir al roco -o a la roca- y escalar.
En septiembre de 2020 nos preguntamos dónde estaban las profesionales en el ámbito de la escalada y a principios de este año lanzamos una encuesta sobre microagresiones y, por el revuelo que se desató en redes, comprobamos que el género sigue siendo un asunto del que necesitamos hablar. Por supuesto, recibimos muchas críticas pero, más allá de las equivocaciones (en la escalada y en la vida, si no fallas es porque no lo has intentado), ponemos el acento en todas aquellas personas que agradecieron visibilizar los micromachismos, que es el asunto que nos viene al caso.
A través de esta encuesta muchas mujeres nos habéis compartido experiencias en las que, mientras escalabais, habéis sentido un trato distinto por razón de género. Alguna de vosotras lo explicaba diciendo que no es tanto lo que se dice sino la actitud con la que se dice. Así que hemos recogido esas frases que tanto fastidian y hemos llenado el roco con ellas. Para hacerlas patentes y que este Día de la Mujer sea el último día en que las escuchemos.
Dicho esto, en El Cohete tenemos muchas dudas… sobre casi todo. Por suerte teníamos alguna cosa clara: que nuestro compromiso con la igualdad no se reduce al 8 de marzo. Así que, desde esta humilde nave espacial, queremos contribuir con nuestro esfuerzo cuestionándonos en equipo sobre la representación de las mujeres en el mundo de la escalada y fomentando la visibilización de las escaladoras en nuestras páginas, bien sea a través de la fotografía, contando sus historias o dando voz a su experiencia. Así que vamos a por ello.
[1] Pinkola Estés, C., 1993. Mujeres que corren con los lobos.
Bravo Bravo Bravo.
Hola! soy Delfina.
Recién termino de leer el texto del 8M y me quedé reflexionando. Ayer por la tarde hicimos un evento de mujeres escaladoras en mi muro. Eramos 25 escaladoras, un buen número. Eso también contribuyó a mi meditación…
Me sorprendo porque a veces parece que esta lucha de géneros ya pareciese estar cerca de su fin. Ya la desigualdad de géneros no tiene más argumentos convincentes y las mujeres realmente estamos ocupando espacios con fuerte presencia. Pero esta nota y en particular esta imagen del libro que se nombra me hace reflexionar un poco más profundo..
Primero en que todo aquello de lo hoy disfrutamos no es más que el resultado de la lucha de otra mujer y eso, sin duda, nos hace preservar una interconexión entre todas hacia el pasado y hacia el futuro.
Y también reflexiono sobre la importancia de que todos seamos conscientes de esta realidad, la que hoy enfrentamos. Hombres y mujeres. Conscientes de las luchas ganadas, de los micromachismos, del peso de las palabras (más aún cuando éstas quieren disfrazarse de chiste), y de lo mucho que queda por hacer.
Es justamente por eso que, como dicen, no se limita al 8m sino que es un trabajo constante y comunitario.
Gracias! delfina
Buenísima iniciativa!!!!!!!!
Estaría guapo hacer la misma encuesta para gente alta. Constantemente escucho comentarios de cómo la escalada es más fácil porque soy muy alto, y bromas acerca de ello. Porque los/as altos/as también merecemos un día y una encuesta, ¿no?
Hola Ricardo, tienes toda la razón. De hecho entre el 15 y el 29 de enero de 2021 realizamos una encuesta
preguntándoos sobre las microviolencias en el entorno del rocódromo y la gente pudo darnos su opinión y experiencia. Imaginamos que no pudiste contestarla en aquel momento. Próximamente publicaremos las conclusiones que hemos recabado al respecto. ¡Échale un ojo a nuestras redes!