Voladora Roca es el nombre artístico de la ilustradora Isabel de las Heras. Una mujer que se ha propuesto romper con los tópicos y las barreras que a priori se le presentan, pero que no detienen sus ganas de crecer. El hecho de ser sorda no le facilita encontrar compi de cordada.
Cuando hablamos de paraescalada nos referimos a la escalada de personas invidentes, con pierna o brazo amputado o pérdida de movilidad en las extremidades. La sordera es sin duda la discapacidad silenciada, nunca mejor dicho. Y es que cuando te enfrentas tú solo frente a un muro no. parece que suponga una dificultad añadida el hecho de no oír. No es así: ¿quién no ha resuelto un paso después de que una voz gritara «¡sube el pies derecho!» o «¡coge ese canto que es mejor!»?… Además, cuando nos pasamos a la escalada en roca y de varios largos, ¿te imaginas cómo entenderte con tu compi de cordada sin poder comunicarte con la voz?
Isabel de las Heras, Voladora Roca, intenta ponernos en su piel a través de lo que mejor sabe hacer: viñetas. Expuesto hasta finales de agosto de 2023 en Sputnik Las Rozas, su trabajo evidencia un humor ácido y perspicaz que nos muestra el mundo según lo siente, con sus pros y sus contras y las situaciones que se le presentan a diario por ser mujer y por ser sorda.
Lejos de que esto le suponga un impedimento, esta granadina afincada en Madrid lo ha usado como motor de propulsión para superarse día a día en todos los sentidos, y también en la escalada.
¿Cómo te inicias en la escalada, por qué, cómo surge el interés y cómo te enganchas?
En enero de 2021 me apunté al rocódromo Salamandra, en esa época me contaron que había un sordo que vivía en Cataluña y se llamaba Ramón (le llamábamos el Lagarto Sordo) que llevaba escalando en solitario más de 30 años y me puse en contacto con él para hacerle una entrevista con el objetivo de hacerle visible. Él se ofreció a llevarme directamente a hacer clásicas por Monserrat. Escalamos por los Pirineos, La Cabrera, Galayos, etcétera. Hice de primera algunos largos, iba poco a poco… Mi primera vía de varios largos de primera fue La máquina del tren (Montserrat), en noviembre de ese año.
Disfrutaba con él no solo de la escalada, sino que me llevaba a los encuentros de escaladores, me hablaba de libros y las historias de los/as escaladores/as. Desde entonces, ese ambiente y la lectura me llenaban y me apasioné por el mundo alpino. Iba mucho a la roca y dejé de ir al rocódromo.
En diciembre 2021 me presentó a Braulio Expósito. El día que lo conocí le aseguré cuando en un proyecto suyo de Navalacruz. Escalé de segunda con él la vía Underground-Malagón al Torreón, admiré su profesionalidad y su organización de material. Me apunté a sus cursos de multilargos y sesiones de maniobras y seguridad. Pero no encontraba compañero/a de cordada y dejé de practicar un tiempo.
En primavera de 2022 le enseñé a un amigo sordo granadino, Víctor, a escalar, en Alfacar (Granada), aprendió rápido y me gustaba cómo me aseguraba. En verano le llevé a Panticosa, escalamos dos vías en un día en el Muro de la Cascada Bachimaña. Al día siguiente hicimos una vía en el Mallo Colorado de Riglos y Los balcones del Anayet. En todas esas vías yo iba de primero y Víctor aprendía.
Volví a parar, hacía vías deportivas y practicaba usando los friends con Carlos García. Echaba de menos aquellas aventuras y les propuse a Víctor y a Nina a hacer dos rutas multilargos en Calpe: la Sonjannika y la Magical y las hicimos en abril. Esta vez alternamos los turnos Víctor y yo. Si tuviera un/a compañero/a que viviese en Madrid escalaría multilargos y clásicas todos los fines de semana, avanzaría mucho más rápido.
¿Cómo llegas a tener esta relación con el Club Alpino Piedrafita, de Pozuelo?
Conocí a José Carlos García Roldan. Él colabora y organiza actividades para el club Piedrafita, descubrió mis dibujos y propuso exponerlos en un centro cultural de Pozuelo.
Donas lo que obtienes de vender las ilustraciones a una ONG, ¿a cuál y para qué?, ¿cómo surgió esta colaboración?
Sí, la recaudación irá destinada a un proyecto de la Fundación Sarabastall que colabora con el club Piedrafita. Prefiero disfrutar dibujando viñetas, sin compromiso, y así agradezco la ayuda del club Piedrafita que organiza las exposiciones y pone los marcos.
La recaudación irá destinada a un proyecto de la Fundación Sarabastall que colabora con el club Piedrafita. prefiero disfrutar dibujando, sin compromiso, y así agradezco la ayuda del club.
Escalas paredes de varios largos en cordadas de tres y los tres sordos ¿cómo os comunicáis? Explícanos vuestros códigos, incluso trucos que hayan ido apareciendo con la práctica.
No escalo solo con sordos sino también con oyentes. Solemos comunicarnos a través de tirones de cuerda. Por ejemplo, cuando ya está montada la reunión (si no hay visibilidad), el escalador avisa al asegurador tirando la cuerda para que este suelte la cesta. Da igual que seas sordo u oyente, lo mismo que ocurrió cuando escalé con dos amigos oyentes la vía Chad (La Pedriza), mi compañero y yo estábamos en la última reunión, mi compañero no podía oír los gritos de otra compañera que estaba abajo, le tiré fuertemente de la cuerda para que pudiese subir. Pero existen aparatos de comunicación como el móvil o con mensajes instantáneos al estilo de walkie-talkie. De momento me van bien los tirones…
Cuéntanos problemas que suelen aparecer por esto, de los que no solemos ser conscientes los oyentes.
La gente oyente, la que nunca ha tenido contacto con las personas sordas, no se siente segura escalando conmigo, sobre todo las clásicas. Muchas veces en las clases de rocódromo escalaba de espaldas y no podía ver los labios cuando el profesor indicaba dónde debía colocar los pies o cambiar las posturas. Mi consejo es, antes de escalar, siempre explicar al alumno sordo con paciencia, vocalizando bien y de frente (o con intérprete de lengua de signos si hay) para que el alumno memorice las indicaciones del profesor. Si el profesor usa recursos audiovisuales (imágenes o videos de los escaladores para ver sus técnicas) es mucho mejor porque los alumnos sordos somos muy visuales e imitamos bastante bien.
¿Algo que te gustaría que mejorara?, ¿que podríamos hacer para ayudar?, ¿qué hacemos que molesta sin darnos cuenta? Tanto como mujer como por ser sorda.
Me sorprende que muchos se olviden de mi sordera e intentan compararse o competir conmigo; mi sordera sigue existiendo. A mí me gusta más la clásica que la deportiva, el problema es que hay pocos amigos/as que quieran hacer clásicas y les da pánico o no pueden o porque tienen otros compromisos… No me atrevo a escalar con desconocidos, aunque tengan experiencia porque para hacer clásicas hay que tener confianza para estar juntos muchas horas, para compartir comida, alojamiento, reseñas, materiales, investigar rutas, e incluso planes improvisados… Tener buena actitud y buena compañía me aportan mucho.
Me sorprende que muchos se olviden de mi sordera e intentan compararse o competir conmigo.
Exposición Voladora Roca
⏰ Duración: hasta finales de agosto. Sputnik Las Rozas (C/París, 2 Las Rozas, Madrid)
👨👩👧👧 Inauguración: jueves 13 de julio con dibujo en directo de la autora. Verlo en instagram