Consumo de electricidad, de gas, de agua, de papel… Todas nuestras actividades en el rocódromo producen, directa o indirectamente, una emisión de CO2 a la atmósfera. Por eso hemos querido averiguar cuál es nuestra repercusión ambiental, reducirla y, mediante la plantación de árboles, cumplir con el compromiso de neutralizar nuestra huella de carbono.
Para empezar
Los amigos de ReTree, empresa especialista en “descarbonización”, han trabajado en la nave para determinar exactamente cuál es nuestra huella de carbono y averiguar la cantidad exacta de emisiones derivadas del funcionamiento diario del rocódromo… ¡Buenas noticias!: nuestra huella carbónica era solo un tercio de lo estimado antes de poner en marcha el estudio.
No nos conformamos
ReTree nos explicó qué medidas debíamos implementar para reducir aún más nuestras emisiones, pequeñas acciones en todos nuestros espacios (cantina, vestuarios, oficinas, zona de rehabilitación y fisioterapia…) para minimizar las emisiones. El plan de reducción, entre otras acciones, ha consistido en mejorar el consumo de agua, la distribución de basuras, la iluminación LED…; contratar energía de origen renovable, y proyectar una futura climatización mediante aerotermia.
Y aun así…
…seguimos siendo responsables de la emisión de seis toneladas de CO2 a la atmósfera cada año…
Lo compensamos
El 1 de junio de 2019, familias voluntarias de nuestro programa de escuelas infantiles Crecer Escalando y personal del centro plantamos 10 pinos piñoneros y 40 encinas en la entrada del parque de Valdelatas, muy cerca de Sputnik. Un pino absorbe 0,36 toneladas de CO2 en 40 años y una encina, 0,10.
¡Vamos a hacerlo mejor!
Repetiremos la plantación todos los años a la vez que continuaremos reduciendo nuestras emisiones. ¡Nos comprometemos a ser una organización neutra en carbono, así como a crear conciencia y a poner en acción a nuestra comunidad!
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