Miguel Santolaya (psicólogo deportivo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid) y Ekhiotz Alsasua (licenciado en Ciencias de la Actividad Física) son profesores de las titulaciones TD2 y TD3 de Escalada en Sputnik Formación-CFEM. Los dos, cada uno en su campo, trabajan en la mejora del rendimiento en escalada. Desde hace unos meses han unido fuerzas para emprender una labor en equipo junto a jóvenes escaladores y competidores, como Antía Freitas, Simón Padín o Álex Crespo. Ellos lo definen como “método integral de entrenamiento multi e interdisciplinar”.

El rendimiento en la escalada está condicionado por tal cantidad de factores que no cabe la menor duda de que los avances en el entrenamiento vendrán marcados por un enfoque pluridisciplinar. De poco vale batir el récord de dominadas o entrenar catorce horas diarias si detrás no existe una cuidada planificación y un trabajo paralelo de psicología aplicada al deporte. Dejamos que Ekhiotz Alsasua y Miguel Santolaya nos hablen de su trabajo en esta dirección y de sus conclusiones de la labor que vienen realizando en Sputnik con jóvenes deportistas.

Ekhi, Miguel, ¿cómo os conocisteis?
Coincidimos en el 4º IRCRA Congress, en Chamonix, durante el verano de 2018. El International Rock Climbing Research Association reúne a la comunidad científica de la escalada para compartir conocimiento y crear consenso en distintos ámbitos, no solo en el relativo al rendimiento, también en temas de medio ambiente o seguridad, por ejemplo. En aquel congreso había una gran participación española (Eva López, Vanesa España, Inma Garrido…) [Miguel presentaba una investigación sobre la influencia de factores psicológicos en la detección de talentos en la escalada y Ekhi fue de oyente]. Nos conocimos en un almuerzo (comer y hablar es algo que se nos da muy bien a los españoles…), la conexión fue inmediata. Al poco tiempo ya estábamos inmersos en la formación de los TD2 y TD3 de Escalada. Fue un “efecto bola de nieve”, luego compartimos miles de ideas sobre futuras líneas de investigación, empezaron a llegar deportistas, clases en la universidad, alumnos de máster en prácticas…

Un psicólogo y un entrenador, ¿cómo se complementan vuestras disciplinas?
Para alcanzar un nivel de rendimiento alto escalando, independientemente del resultado, es necesario conseguir una sinergia de tres factores: físico, técnico-táctico y psicológico. No hay duda de la necesidad de trabajar de forma pluridisciplinar, especialmente en la escalada, considerada un deporte de carácter multifactorial, es decir, en el cual el rendimiento viene determinado por una gran variedad de factores. ¿Recuerdas al señor Miyagy diciendo “Dar cera, pulir cera…”? No es solo lo que aprendes, sino cómo lo aprendes. Desde la psicología aplicada al deporte trabajas con el deportista para comprender o integrar nuevas habilidades, haciendo que disfrute del proceso, aprendiendo a tolerar los errores y fallos y buscando nuevas estrategias para mejorar emocional, conductual o cognitivamente. Pero también trabajas con el entrenador para mejorar sus habilidades de comunicación, dotarle de herramientas que faciliten la escucha activa, la empatía, el manejo de la emociones, el burnout… Hay que saber llegar al deportista y crear buenas alianzas; si confías en tu equipo, te vuelcas en tu trabajo. Muchas veces tenemos que cambiar patrones de entrenamiento o “vicios” que trae el deportista y generar nuevos hábitos. Por otro lado está el diseño de tareas de entrenamiento físico y buscar el entrenamiento psicológico asociado. Es muy divertido.

En la mayoría de ocasiones no sabemos realmente qué estamos entrenando (…), cuándo es adecuado seguir entrenando, cuándo parar…

Divertido…
¡Claro! Es un aprendizaje constante tanto para entrenador como para deportista. Es sorprendente comprobar cómo con una misma tarea se dan aprendizajes en diferentes ámbitos. En la mayoría de ocasiones no sabemos realmente qué estamos entrenando, qué manifestación de la fuerza se está entrenando, qué procesos fisiológicos están ocurriendo o limitando el rendimiento, cuándo es adecuado seguir entrenando, cuándo parar o cuándo es mejor tomarse el día de descanso… Cuanto más estudias, más te das cuenta de lo que hay que seguir aprendiendo y eso es muy estimulante. Cuando nos ven juntos en Sputnik la gente tiembla, siempre estamos maquinando algo. Nos deben de ver como un par de locos…

Ekhi trabaja en Sputnik con un grupo de jóvenes escaladores.
Ekhi trabaja en Sputnik con un grupo de jóvenes escaladores.

 

¿Cómo surge el proyecto que estáis llevando ahora a cabo?
Realmente no surge como proyecto, sino como un trabajo de colaboración mutua en una dirección común: aprender mediante el entrenamiento a terceros. Tener la oportunidad de rodearse gente joven motivada y dispuesta a probar cosas nuevas bajo el amparo de la ciencia y el estudio riguroso nos permite investigar y probar métodos integrales de entrenamiento multi e interdisciplinares.

¿Participan más profesionales?
Sí. La idea es colaborar con otros técnicos (fisioterapeutas, nutricionistas, entrenadores, investigadores…). Se puede trabajar a distancia, pero nuestro “laboratorio” está en Sputnik, tenemos la suerte de contar con instalaciones tanto para los entrenamientos, las investigaciones, las sesiones privadas, la docencia. ¡Tenemos recursos de sobra, pero siempre queremos más y mejor! También trabajamos de manera cercana con el equipo de Sputnik Salud a la hora de tratar molestias y lesiones, cuadrando las sesiones en sus planificaciones, proponiendo ejercicios y progresiones acordes a las circunstancias.

¿Qué se busca, cuál es el objetivo final?
Principalmente que el deportista sea capaz de adaptarse a las circunstancias y dotarle de experiencia y herramientas para ser autónomo (cuando compites, compites solo, y cuando escalas, escalas solo y tienes que lidiar con ello), para que gestione mejor sus entrenamientos y disfrute escalando y compitiendo. La puesta en práctica es algo más compleja. Si creas un sistema de trabajo que se acople a las necesidades de tus escaladores, has dado en el clavo; ahora, las necesidades cambian, y por tanto tenemos que cambiar también nosotros. No es lo mismo entrenar para mejorar unas cualidades o aptitudes durante un periodo específico, que prepararse para una competición. Hay que planificar muy bien los objetivos y tener siempre un plan B por si las cosas no salen como queremos.

La principal meta es conseguir deportistas con muchos recursos, de forma que puedan adaptarse constantemente al entorno, siendo capaces de enfrentarse a la situación desde diferentes perspectivas en función de las circunstancias.

En el aspecto físico el objetivo general es mejorar las capacidades determinantes para el rendimiento en competición en función de las necesidades de cada deportista, para ello hay que detectarlas y organizar los entrenamientos siempre con la filosofía de prescribir la mínima carga que genere adaptación. Sobre esto vamos aprendiendo día a día, ya que no hay ningún modo de proceder realmente corroborado en el control objetivo de la carga en la escalada. Creemos que ahondar en este tema causaría una auténtica revolución en el entrenamiento, ya que, entre otras aplicaciones, podríamos contrastar protocolos de entrenamiento y ajustar la carga de forma más objetiva e individual. Técnico-tácticamente, la principal meta es conseguir deportistas con muchos recursos, de forma que puedan adaptarse constantemente al entorno, siendo capaces de enfrentarse a la situación desde diferentes perspectivas en función de las circunstancias, un aspecto clave en las competiciones de hoy en día.

 

Miguel y Ekhi maquinan juntos…

 

 

La parte psicológica se basa de tres factores. El primero está relacionado con la adquisición y procesamiento de la información (la manera de aprender y comprender nuestra forma de escalar), como, por ejemplo, diseñar tareas para mejorar la atención-concentración, la anticipación, la memoria, la toma de decisiones… Luego estarían los aspectos motivacionales, aquello que nos empuja a querer mejorar escalando. La competición, los entrenamientos monótonos y repetitivos, los viajes, las lesiones… La motivación fluctúa, no podemos estar siempre motivados al 100 por cien, pero podemos detectar cuándo desciende y generar tareas nuevas y estrategias para recuperarla. No hay nada como sentirse realizado con lo que haces, pero dejar de disfrutar haciendo lo que más te gusta puede convertirse en un gran problema. Uno de los factores determinantes de rendimiento psicológico es la autoconfianza; ¡hay que cuidarla y entrenarla!

En tercera instancia está todo aquello que tiene que ver con los mecanismos emocionales. La forma en la que controlamos nuestras emociones, las situaciones externas e internas que nos producen estrés, el miedo a las caídas, la autorregulación emocional, el control de la frustración cuando no obtenemos el resultado esperado en una competición tras meses de duro entrenamiento… Seguramente este sea uno de los apartados donde más evidente se hace la necesidad del entrenamiento psicológico, basta con ir a cualquier competición y observar cómo reaccionan los competidores, la influencia del público, de los entrenadores, de los padres, del resto de escaladores…

¿Todo vuestro trabajo va orientado al rendimiento y a la competición o se persiguen otras adaptaciones?
Con el foco en la competición, pues son los mismos deportistas quienes contactan con nosotros para este fin, tratamos de mejorar todos los aspectos relacionados con la escalada ya que cada uno de ellos forma parte de la mejora del rendimiento en competición. Incluso vertientes no deportivas, como por ejemplo la gestión del estrés debido al trabajo o los estudios, en numerosas ocasiones pueden ser más decisivas que el propio programa de entrenamiento. Como dijo el filósofo José Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia…”, esto llevado al entrenamiento podemos entenderlo como “mi entrenamiento es mío y ajustado a mis condiciones”.

Hay algunos escaladores que quieren mejorar alguna habilidad específica, como por ejemplo el control de las emociones escalando, el miedo a tener una caída, la vuelta tras una lesión… Y luego está la formación y la docencia, el trabajo con padres y otros entrenadores…

Pero aunque siempre hablamos de mantener el foco en la competición, los dos acabamos diciendo, “nunca te olvides de disfrutar escalando… y ¡sal a la roca!”, una herramienta muy útil incluso en la preparación específica enfocada a competición.

 

¿Cómo trabajáis con el equipo?
No tenemos un equipo de deportistas, sino que trabajamos con deportistas. Nos organizamos y trabajamos el entrenamiento como equipo, a veces en sesiones comunes y otras como trabajo individual en Spuntik, también simulaciones de competiciones… pero en realidad no se trata de un equipo formal. Sí intentamos que haya muy buena comunicación porque trabajar en grupo es siempre mejor, más fácil, surgen grandes ideas y el deportista se siente más arropado.

¿Encontráis entonces en el rocódromo un escenario parecido al de las competiciones?
Sí, de hecho es una de las razones por las que la mayoría de sesiones de entrenamiento se llevan a cabo en Sputnik. Contamos con los últimos juegos de presas de marcas con presencia en competiciones internacionales, muros de diferentes inclinaciones y sobre todo un equipamiento cuidado, basado en las nuevas tendencias, con una renovación muy rápida. Si conoces la forma y el tacto de una presa, ¿no crees que facilitará la visualización y memorización de un movimiento y aumentará la confianza para realizarlo? ¿Y la velocidad de reacción y toma de decisiones? ¡Ahí va otra línea de investigación interesante!

El entrenamiento de escalada es una ciencia por descubrir, más aún si tenernos en cuenta la gran evolución que ha experimentado el deporte en los últimos años.

En este tiempo de trabajo, ¿a qué conclusiones habéis llegado? ¿Algún dato que haga temblar los patrones clásicos del entrenamiento de la escalada?
Ekhi: Mi principal conclusión es que el entrenamiento de escalada es una ciencia por descubrir, más aún si tenernos en cuenta la gran evolución que ha experimentado el deporte en los últimos años. Todo hace que tengamos que utilizar los modelos clásicos del entrenamiento de escalada con precaución y perspectiva ya que casi ninguna metodología está contrastada. Si todavía no hay una forma de cuantificar la fatiga de modo objetivo e individual, ¿cómo podemos dar por válido que un entrenamiento es mejor que otro? Que ciertas cargas le hayan ido bien a un deportista no quiere decir que le vayan a ir bien a otro o incluso al mismo deportista si las repite. Desde mi punto de vista, el entrenamiento de escalada está en pañales, lo que por otra parte nos sitúa en un momento de expansión con muchas oportunidades.

Miguel: Desde el punto de vista de la psicología deportiva aplicada a la escalada, he de decir que son muy pocos los estudios realizados, pero la buena noticia es que cada vez se está publicando más. En muestro país tenemos grandes investigadores que se están empezando a interesar por la escalada. La parte positiva es que puedes ser el primero en estudiar cómo afectan los aspectos psicológicos en el rendimiento de los escaladores. Es cierto que hay mucho descrito en la literatura de la psicología aplicada al deporte en general, pero ahora lo interesante es que se realicen estudios específicos para la escalada, y en eso estamos. Me apasionan muchos temas, pero cabe destacar la necesidad que tienen los escaladores de controlar el miedo (a una caída, a las lesiones…) y las emociones y pensamientos mientras hacen su actividad. Por otro lado, trabajar con conceptos como la memorización, la visualización eficaz, la atención y la concentración asociados a la toma de decisiones o el control de la fatiga me parecen vías de investigación apasionantes…

Por último, no hay que olvidar la importancia de ayudar en la formación de nuevos entrenadores y equipadores, del trabajo con los padres y familiares de jóvenes deportistas. Son las futuras generaciones las que determinaran si estamos yendo en buen camino.

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