Pues aquí estamos otra vez con una segunda parte de truquillos para hacer nuestras aventuras de escalada más seguras. Mantenemos el discurso de siempre: algunos trucos son buenos y está bien probarlos sobre terrenos conocidos y fáciles y otros son pequeños salvavidas para emplear en situaciones de emergencia. Lo más importante sigue siendo planificar siempre las vías, preguntar a gente que las haya hecho recientemente, mirar bien los croquis y a disfrutar.
Leamos un segundo episodio de las aventuras de José y Pablo:
—¡¿Pablo?!
—¡Dime, José!
—Vaya largo bueno me has dejao, ¿eh!
—Veo el siguiente seguro, pero está donde Cristo perdió las sandalias… Lo que me estoy acordando de la pertiguita de cuando estuvimos en Cuenca dándolo to.
—Sí, claro, te quiero ver ahí donde estás, a 100 metros del suelo, con 5 metros de caña de pescar colgada del arnés, jajaja.
Y con esta conversación que seguro que a todos os trae recuerdos cercanos, comenzamos nuestra lista de consejos.
Quién tiene un amigo tiene un tesoro
Como todo el mundo sabe, entrenamos en secreto para luego dar el do de pecho en esos pasos que son carne de bar al final de la jornada. Es posible que escales con colegas que vayan un poco más justos, y nunca está de más que lleves algún cintajo para pensar en ese paso perro que puede desesperarte. Una medida buena es 1,5 m, ya que le puedes encontrar más de un uso. La polivalencia es un grado.
Caña telescópica
Chapar la primera con una pértiga nos deja emocionalmente menos tensos que jugárnosla para chaparla escalando. Te habrás acordado de esa pértiga más de una vez cuando estás lejos del suelo y, la verdad sea dicha, subir con 4 metros de caña de pescar no es lo más cool. Y nos diréis “Pero para eso está la tramposa”, y razón no os falta, pero ¿y cuando la tramposa no llega y empiezas a ponerte de puntillitas en el “pituficanto”?… Bueno, pues vamos a darle al palo-selfie otro uso.
Cinta americana enrollada en la botella de agua
¡Dios! Creo que nuestra vida no es la misma desde la aparición de la cinta americana y las bridas. Vamos a centrarnos en la primera. Llevar un rollo no es operativo, nos bastará con unas cuantas vueltas enrolladas a la botella de agua. Puedes tapar un agujero de la chupa, pegar un mosquetón a una rama e improvisar una pértiga, taparte un corte, vendajes funcionales… En caso de que no tengas cinta americana (cosa que deberías mirarte…), puedes llevar esparadrapo.
Parecerá que es poco, pero no. Recordemos las matemáticas (el rollo de las circunferencias y los radios): una botella de Nalgene de ½ litro o una de 1 litro tienen una circunferencia de entre 23 y 30 cm. Vamos, que si damos 4 vueltas, llevamos 1 metro de cinta. ¡Chúpate esa, Einstein!
Cómo llevar el Reverso en el arnés
Esta es una de las muchas formas que existe de llevar el Reverso en el arnés. La elegimos porque el material queda ordenado de forma que, una vez llegues a la reunión, evitará confusiones en el uso. Resulta por tanto my interesante sobre todo para gente que esté empezando su andadura en vías de más de un largo. Usa dos mosquetones de seguro que sean diferentes al resto de los que subas (me refiero a colores). Uno en el ojal grande (de color amarillo, por ejemplo) para que asegures al segundo cuando toque y otro de color naranja engarzado a este, para las cuerdas y el alambre y asegurar a uno o dos segundos. Es como un protocolo de actuación para minimizar las posibilidades de cometer errores en la colocación de la cuerda.
Lleva las reuniones ‘premontadas’
Ya vimos en el capítulo anterior cómo llevar los cordinos recogiditos en el arnés para que no se nos enganchen por ahí. Si haces lo mismo con los cordinos de las reuniones y, además, les colocas sus mosquetones de seguridad, te será más fácil y rápido montar reuniones a prueba de bombas. Por cierto, mejor si usas cordinos de Kevlar; son redondos y posibilitan un reparto de cargas más eficiente y polivalente.
Croquis plastificados
Cuando escalamos vías largas hay que llevar croquis, mejor si lo haces por duplicado (uno por barba) y los plastificas (además, tus amigos podrán reutilizarlos ). Cuando escalamos es fácil que se mojen con el sudor, agua, etcétera, y se transformen en un cuadro de acuarela ininteligible. Hemos conocido casos en los que hasta les atan un cordinito en un ojal para que no salga volando… El no va más de la prudencia. Acuérdate de que llevarlo en el móvil (hay un riesgo extra de perder el móvil (y el croquis, las fotos guapas de la aventura y la posibilidad de hacer una llamada de emergencia).
Escalar con camisa
Lo cortés no quita lo valiente, antes muerta que sencilla, de sport pero elegante… y así un sinfín de dichos y diretes. Ahora en serio, parece que las camisas solo están en el armario para eventos importantes, ¿y escalar no lo es! Pues ponerte camisa para escalar en los meses de calor, además de darte un toque de distinción, va a evitar que el cuello no se te quede como un torrezno (las cremas duran lo que duran y echártela escalando es incompatible con el grip de las manos). Estás tardando en elegir la tuya.
Calzoncillos para una multichain
Llamamos “calzoncillos” a la pieza de plástico que incorporan algunas cintas para que el mosquetón curvo quede ajustado y no se quede en una postura peligrosa. Llevarlo en la multichain evitará que el mosquetón no se quede en posiciones imposibles cuando tengas que anclarte. Si no tienes esos “calzoncillos” siempre podemos tirar de una goma elástica o la goma del pelo. Verifica siempre que está bien montado para que no se quede el mosquetón fuera de la ecuación.
Un catalejo cual pirata
Es un elemento que está en el olvido, pero la verdad es que, aparte de que te puede servir para ver algunos detalles de la vía, ya sea desde el suelo o desde alguna reunión intermedia, por sus dimensiones y peso te va a servir para contemplar algún animalillo y distinguir un “golondriz” de una “nécora perdicera”. En resumidas cuentas, en la escalada es un gadget útil ¡y es barato!
Tus zapatillas como mochila
Puedes escalar vías de varios largos con una mochila donde meter todo lo necesario (y siempre más cosas de las que necesitamos, solo porque sobra espacio…), o subir en modo superlight, ahora que está tan de moda. Este método requiere experiencia y haber probado antes, como siempre os decimos, en terreno fácil.
Uno de los espacios que obviamos son las zapatillas (¿un 45 de pie ya se puede considerar mochila?), entra todo lo imprescindible, lo único que dejaremos fuera será el impermeable de ataque ,que apenas ocupa un puño. Sea cual sea tu modalidad va a funcionar.
Y hasta aquí nuestra segunda parte de truquillos de escalada. Como siempre, esto no pretende ser un manual de riguroso seguimiento y cumplimiento. Simplemente se trata de una colección de ideas y trucos que a nosotros nos han funcionado. Prueba y luego, claro está, decide si te resultan útiles o no. Solo es un intercambio de sabiduría de fortuna con la mejor de nuestras intenciones. Sigue disfrutando de la escalada de forma segura y con las medidas necesarias para que así sea.