Fernando Sevillano, el niño que aprendió a dibujar rápido

Volver a pensar como niños y contar con imágenes lo que la cabeza esconde. Eso es lo que impulsa a Fernando Sevillano –AKA Sevithinker–, un artista de trazo ágil que aprendió a dibujar con vivacidad para esquivar los castigos en el colegio. Una destreza que se ha convertido, tras años de experiencia, en la identidad de su trabajo.

Atrapado por el espíritu aventurero de las grandes expediciones del siglo pasado, una visita a la Cantina de Sputnik Alcobendas le bastó para esbozar las diez acuarelas con las que ha querido contar las fortalezas y debilidades de los equipos liderados por Amundsen y Scott en su carrera al polo sur. Inauguramos su exposición el jueves 7 de septiembre con una conversación entre él y el explorador polar Hilo Moreno. Y si te interesa el tema, Fernando organiza rutas guiadas a estas tierras heladas a través de sus ilustraciones. Hablamos con él sobre su trabajo y su pasión por las gélidas aventuras.

Creaste La carrera por el polo sur pensando específicamente en la Cantina de Sputnik Alcobendas. ¿Cómo afecta al proceso saber que tu obra va a estar en un lugar concreto?
El lugar condiciona la exposición. Primero la temática la decides según el lugar donde vas a exponer, piensas qué obras pueden encajar mejor en ese lugar y tienes en cuenta el público al que va dirigido. En este caso, la he ideado con mucho cariño sabiendo que el público potencial lo conforman escaladores, montañeros, deportistas…, gente acostumbrada a plantearse retos y superarlos.

Exponer, explorar, ambas tienen algo de ir hacia fuera, también de abandonar. ¿Cómo es el proceso de investigación para preparar una exposición como esta?
Es un proceso de dentro hacia fuera:

Hacia dentro: leyendo, contrastando, investigando y recopilando material escrito y fotográfico. Y una vez revisado todo este material, que está bullendo en mi cabeza, empieza el proceso creativo.

Hacia fuera, una vez absorbido todo, expresas con tu propio lenguaje y mirada de artista. Te aseguro que es un proceso apasionante y agotador.

Vas a ofrecer también visitas guiadas a tu exposición, ¿has tenido malas experiencias con las audioguías? ¿Qué te ofrece el contacto con el público?
Es una iniciativa que lancé en mi última exposición sobre Shackleton y fue todo un éxito. No soy muy amigo de las audioguías, me parece un recurso muy encorsetado y que no te deja hacer tus propias interpretaciones y preguntas.

El contacto con el público es muy enriquecedor, se genera un diálogo muy interesante y surgen preguntas y cuestiones de lo más curiosas.

Antes de La carrera por el polo sur creaste otra sobre la expedición de Shackleton, ¿qué es lo que tanto te intriga sobre las aventuras en el Polo?
La capacidad de superación, el arrojo de lanzarse a algo nuevo y desconocido. Ese afán de aventura me seduce muchísimo y todas esas variables se daban en la exploración polar de primeros del siglo XX, la edad de oro de la exploración polar.

El químico Joseph Priestley, que acompañó a Shackleton en su epopeya, dijo: «Como Jefe de una expedición científica yo elegiría a Scott; para un raid polar rápido y eficaz a Amundsen; en medio de la adversidad, cuando no veas salida, ponte de rodillas y reza para que te envíen a Shackleton». Tú qué tienes más, ¿de Amundsen, de Scott o de Shackleton?
Difícil pregunta, digamos que tengo algo de cada uno:

De Scott, la inquietud intelectual y el ansia de conocimiento.

De Amundsen, la afición por la aventura, la montaña y la capacidad de superar condiciones difíciles de forma rápida y eficaz.

Y de Shackleton, una tendencia natural a animar y a hacer equipo cuando alguien flojea en alguna situación complicada de agotamiento físico y bajón anímico.

En tu web te presentas con un título muy sugerente: visualizo ideas. ¿Cómo es esto?, ¿tus pensamientos tienen forma de monigotes en lugar de palabras?
Parte de la idea de que mi marca personal e identidad corporativa es Sevithinker donde, además de hacer ilustraciones y exposiciones sobre diversas temáticas, soy visualthinker, es decir, expreso con dibujos ideas complejas que a veces no son fáciles de digerir.

Por la foto de tu web sacaría la conclusión de que te gusta el Betis, los toros y leer, ¿alguna es correcta?
Todas, ¡jajaja! Y más cosas. Se me podría definir como alguien inquieto. También me encantan la montaña, el deporte y la naturaleza.

El famoso papel en blanco, ¿te asusta o te motiva?
Impone. Es como los nervios antes de salir a escena de un artista. Y es bueno que así sea, te exige, te compromete y no te permite relajarte. Así, cuando acabas, si el resultado es satisfactorio, la sensación es muy reconfortante.

En el colegio, si me pillaban los curas dibujando en clase, me castigaban dibujando todas las fotos de un libro de texto y hasta que no acababa no me podía ir a casa. Me acostumbré a dibujar rápido para que no me pillaran y para acabar antes el castigo.

Tus dibujos son directos, sin rodeos y a la vez con un trazo agitado, trepidante. ¿De dónde te viene este pulso? ¿Dibujaste siempre así o tu estilo ha ido transformándose con el tiempo?
Siempre dibujé y pinté de esta manera, creo que se debe a una combinación de dos cosas, una, que en el colegio no estaba bien visto que dibujara en clase y si me pillaban los curas y profesores me castigaban con castigos como dibujar todas las fotos de un libro de texto y hasta que no acababa no me podía ir a casa. Y eso, unido a mi carácter impaciente, enérgico y nervioso hizo que me acostumbrara a dibujar rápido para que no me pillaran y para acabar antes el castigo.

Pero sí, aparte de bromas, ésa es mi esencia como dibujante. Luego con la madurez he ido cogiendo poso e introduciendo más pausa en mi trazo cuando se hace necesario.

Hablas sobre la importancia de comunicar con dibujos, ¿cuál es el mensaje más difícil que has tenido que dar con tus ilustraciones?
Hay encargos complicados, por ejemplo, hace poco me pidieron un faceless, son retratos de personas pero sin detallar rasgos de su cara. La dificultad no estaba ahí, estaba en que era una pareja y él falleció por covid. Se me hacía muy duro dibujar a alguien fallecido para que este cuadro lo recibiera su viuda. Tuve que hacer un ejercicio potente de centrarme en los aspectos artísticos y no en lo emocional o en lo que te puede remover algo así.

Picasso decía que todos los niños nacen artistas y que el problema era seguir siendo artista al crecer. ¿Qué hay de niño en tu parte de artista?
Muchísimo, cuando miro mis dibujos de la etapa de colegio, veo que ahí estaba la esencia de lo que soy ahora, que ha ido mejorando en técnica y cuidado de detalles, pero la concepción del trazo y el tratamiento del espacio es muy parecido a ahora.

¿Nos recomendarías algún cómic? ¿Y pelis de animación?
Cualquier cómic de Guy Delisle, es un genio contando historias con gracia y naturalidad, en concreto, Crónicas de Jerusalén es una obra maestra.

Una peli que me impactó por la temática y por como se plasma en dibujos, es Un día más con vida, relato autobiográfico del fotoperiodista Kapuscinski.