Voy a la farmacia a recoger un encargo. Es un rollo extra ancho y extra grueso de esparadrapo. No entiendo cómo me cuesta tanto conseguir un producto de primerísima necesidad, ¡¿qué pasa, que la gente no escala?! Llevo meses comprando rollos en el mismo sitio y hoy no me va a quedar más remedio que someterme al interrogatorio de farmacéutico; a fin de cuentas es quien me consigue la mercancía…
—¿Para qué usas tanto esparadrapo, hijo?
—Pueeeeessss, para vendarme las manos y empotrarlas después en una fisura de granito.
—Aaaaaahhh, muy bien, pues disfrútalo.
—¡Gracias!
Lo cierto es que el esparadrapo se convirtió hace ya mucho tiempo en una pieza indispensable de la mochila del escalador. Lo mismo lo utilizamos para proteger un dedo lesionado, que para parchear el plumas, dejar un aviso en una vía o rematar el cabo de una cuerda.
Hemos recopilado unos cuantos usos. Seguro que te sorprendemos con alguno.
Vendajes
- Vendajes preventivos. Existen muchas formas de proteger tendones y articulaciones, pero debería ser un buen profesional (traumatólogo, fisio…) quien nos indique la mejor forma de hacerlo. En este artículo te explicábamos cómo proteger la polea para regresar a la escalada después de una lesión y en estos vídeos, tres tipos de vendajes.
- Vendajes funcionales. Si hiciste mucho deporte en los 90, conocerás las fabulosas propiedades depilatorias del Tensoplast (menos mal que ya se usa poco). Con conocimientos de primeros auxilios, usaremos el esparadrapo para realizar vendajes de emergencia provisionales hasta llegar al centro médico.
- Vendajes para escalar fisuras. Podemos usar los guantes de goma que comercializan varias marcas o hacernos unos propios. Si elegimos la segunda opción es importante saber que existen dos variables: palmillas reutilizables o un vendaje fungible para usarlo un solo día. La diferencia entre las palmillas y el fungible es la sensibilidad-precisión, que es mayor en el último. Os prometemos un buen tutorial de cómo hacer ambos.
- Tapar heridas. Especialmente las de las yemas (esas malditas boquitas que nos sonríen con crueldad), las heridas en los dedos nos pueden mandar a casa antes de dar el pegue definitivo. En este vídeo os explico al detalle cómo “enfoscar” con éxito un corte para continuar escalando como si nada.
- Proteger pezones. A priori no parece una buena idea (especialmente si hay pelillos alrededor), pero lo hemos visto en carreras de montaña e incluso en gente que se pega caminatas largas. Quizás pueda ser una opción si te gusta escalar “a pecho descubierto”.
Reparaciones, marcajes y notas
- Parches. Tapar un agujero que pierde plumas sin cesar, apañar ese velcro rebelde en un pie de gato que decide no cerrar, solucionar una avería en una mochila… Los parches de esparadrapo son algo así como las condecoraciones de guerra de los montañeros más aguerridos.
- Cables de empotradores y friends. Todos tenemos un empotrador o friend viejo al que tenemos mucho cariño. Lleva con el cable despeluchado desde el 96 pero no los quitas del rack. Merece la pena gastar una tirita de esparadrapo para que cada vez que le toque el largo al colega no se acuerde de… lo importante que es la familia.
- Escribir y pegar una nota a pie de vía. Para avisar, por ejemplo, de que hay avispas velutinas asesinas en el agujero de chapar la reunión, un nido, una laja que se mueve, que falta una chapa o anclajes químicos recién instalados.
- Muchos aperturistas lo usan para marcar la ubicación de los futuros seguros de una vía nueva y los van desplazando hasta dar con la mejor distribución.
- Clecas. Esto no lo hace casi nadie, pero puede ser una alternativa a las malditas clecas de magnesio. ¡Para casos muy puntuales y siempre que luego no quede ni rastro!
- Marcar material. Te vas a Yosemite y has pedido friends prestados como para dejar Salathé con cintas fijas. Consejo para no perder “amigos” (en todos los sentidos): márcalos con el nombre de su propietario (puedes pintar de colores tiras de esparadrapo y hacer códigos: los amarillos, de Sara; los verdes, de Pepe…). Hazlo también con tus propios friends, cintas exprés (mejor marcar en el mosquetón que en el textil) si son modelos habituales…
- Marcar botellas, vasos… con nuestro nombre. Prevención Covid19. Esto es útil con los pequeños también y cuando alguien está pachucho. Los alpinistas que hacen pipí dentro de la tienda acostumbran a marcar la botella para este fin (aunque a veces la oscuridad, el sueño y la sed juegan malas pasadas…).
Algunos recursos de emergencia
- Tramposa/caña. Con cualquier palo largo (¡y seco!) que encontremos por el pie de vía (también vale con un bastón de caminar) podremos improvisar una “tramposa” para colocar una primera cinta o salir del paso en un aleje imprevisto.
- Fijar el mosquetón curvo de una cinta. Remedio provisional para sustituir un string roto de una cinta exprés y fijar el mosquetón curvo. Provisional puesto que no es muy recomendable aplicar pegamento al textil; un truco es poner una tira al revés para no pegar directamente.
- Cepillo largo. Al igual que con la caña, acoplaremos un cepillo a un palo para limpiar presas altas de los boulders.
- Cerrar un mosquetón. En caso de encontrarnos en un descuelgue un mosquetón al que no le funciona el muelle, podemos cerrarlo con una tira. No estaría de más acercarse otro día con un mosquetón nuevo para sustituirlo.
- Cambiar la cuerda en un top rope. Si tenemos montando un top rope y nuestra intención es cambiar de cuerda siempre podemos unir las cuerdas por los chicotes para cambiarlas.
- Y por último: podemos fijar el móvil a un palo o a un bastón, usando el esparadrapo como cinta de doble cara, para hacernos ¡un selfie! No te olvides del temporizador.