Empeines, empotres y grapas: tres ases en la manga

Por Jorge Tost

Seguro que alguna vez te has atascado con un paso y no sabes cómo seguir adelante. Buscas entre tus recursos gestuales y no encuentras nada que te sirva. Pero a veces la solución pasa por probar un método que no habías empleado antes. En esta entrega de El laboratorio del gesto, Jorge Tost nos presenta un trío de técnicas más útil que una navaja suiza: el uso de empeines y grapas, más específicas de pies, y el valiosísimo empotre de rodillas.

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La metáfora de la caja de herramientas es inagotable cuando hablamos de, otra de mis expresiones favoritas, repertorio gestual en escalada. De la misma manera que no arreglamos cualquier avería empleando solo una llave inglesa, tampoco resolvemos cada paso con un movimiento dinámico o realizando una bicicleta.

Para el trío de técnicas de las que vamos a hablar en este artículo existe un denominador común y es que tanto el uso de los empeines, las grapas y los empotres de rodilla nos permiten encontrar una postura equilibrada para poder descargar el peso del conjunto pie-pierna. Recuerda que para que la postura sea lo más eficiente posible debemos estirar los brazos tanto como podamos y acercar el centro de gravedad a la pared.

Otro punto, más importante de lo que parece, para realizar estos gestos es mantener la mirada en el agarre del pie para colocarlo en el lugar preciso, bien porque la superficie sea en adherencia, un agujero o cualquier otra forma de apoyo. Fíjate en la dirección del movimiento y así podrás anticiparte y ser lo más eficiente posible, logrando sacar información para saber el movimiento que tienes que realizar.

Mantener la mirada en el pie que vas a apoyar te permitirá conseguir una postura estable.

 

La mirada en el pie que vas a apoyar es fundamental para ofrecer una postura estable.Después de dar las claves básicas y comunes a todos los gestos que trataremos, vamos a pasar por cada una de las técnicas para aprender sobre estos recursos. Después de eso solo queda practicar, tener las suficientes experiencias y concluir cuáles nos resultan más efectivas y cuáles necesitamos depurar.

 

Técnica de empeines

 

 

Esta técnica se puede usar en diferentes inclinaciones de la pared aunque suele ser más efectiva cuando el terreno desploma, porque con ella conseguimos que el centro de gravedad se mantenga cerca de la pared. Así evitamos que se generen las famosas ‘puertas’ y tener que frenarlas con la fuerza del core y/o de los brazos.

Lo más eficiente resulta apoyar la mayor superficie posible del empeine –y no tanto los cantos–, beneficiándonos de la articulación de la base de los dedos. Así podremos hacer fuerza con los extensores de los dedos y con los tibiales anteriores que flexionan el tobillo: más fuerza igual a más descarga.

Hemos de tener en cuenta que para que el ángulo del pie respecto a la presa sea perpendicular –y conseguir así mayor ventaja biomecánica–, tenemos que estirar la rodilla libre lo más posible. La otra pierna nos ayuda en el movimiento haciendo tope y cargando más sobre el empeine, lo que nos permitirá impulsarnos en la dirección de nuestro movimiento. Tened en cuenta que podremos utilizar los empeines tanto para progresar como para descolgarnos, como es el caso de un descanso.

Para este gesto se suelen usar gatos muy técnicos, con la parte del empeine cubierta con goma para que adhiera mejor así que, si tienes la intención de practicarlo, tendrás que buscarte unos gatos lo más cubiertos de goma que puedas.

 

Grapas

 

Dejemos claro que no nos estamos refiriendo al material de oficina. Este gesto se denomina así por que es una combinación de los dos pies en una única presa. Con este gesto nos beneficiamos no solo de la fuerza que genera cada pie –y que ya conocemos de otros artículos de El laboratorio del gesto– sino que combinando ambos pies conseguiremos mayor eficiencia.

Las grapas permiten varias combinaciones entre las diferentes partes del pie. En las fotos, de izquierda a derecha: punta y talón; empeine y punta; doble punta.

 

Al abrazar la presa por dos sitios diferentes obtendremos más ángulos efectivos de tracción, empuje o sustentación. Es importante realizar las fuerzas en el sentido del movimiento para poder descargar y proyectar el cuerpo consiguiendo poner la mayor cantidad de peso en los pies. Las grapas aceptan varias combinaciones entre las diferentes partes del pie: canto interno o externo del pie y un empeine; un talón y un empeine; dos talones o dos puntas son algunas de las más utilizadas.

 

Empotramientos de rodilla

 

 

Seguro que te suena haber visto a Adam Ondra colgado en una cueva noruega mientras descansa los brazos antes de proseguir el encadene del primer 9c. Pues bien, ese reposo a lo murciélago se lo toma gracias a que está empotrando la rodilla: una combinación de agarre de pie con el empotramiento de rodilla o muslo que permite descolgarse o progresar descargando la mayor cantidad de peso posible.

Las rodilleras son parte del atuendo imprescindible de cualquier escalador samurái que se enfrente a los ‘monstruos’ de las vías o bloques.

Los puntos a tener en cuenta sobre este gesto son conseguir una postura equilibrada, necesaria para tener el suficiente tiempo para acomodar el pie y la rodilla o muslo en su sitio. Se suele llamar empotramientos de rodilla o kneebar (barra de rodilla) pero bien es cierto que suele ser más el muslo el que consigue descargar la fuerza.

Además de los puntos ya tratados y comunes a los otros gestos es bien importante tener en cuenta que para poder empotrar la rodilla o muslo es esencial rodear la presa para que, al asentar la rodilla detrás de la misma, esta se quede empotrada. Puedes verlo con más detalle en el vídeo. Aunque parezca obvio, si puedo meter la rodilla directamente en el plano perpendicular a la presa luego no se quedará empotrada.

Para poder ajustar la distancia entre la presa de pie y el muslo podremos utilizar la fuerza del gemelo para acortar o alargar la distancia y así conseguir la medida que necesitemos. Bajar el centro de gravedad permite afianzar el empotre y un buen core también nos servirá de ayuda.

Tened en cuenta que existen rodilleras que ayudarán a amortiguar la presión sobre nuestros muslos o rodillas y que están recubiertas con la goma que usan los gatos para que adhiera mejor y nos ayude a realizar este gesto.

Pues con todo esto os dejamos tres nuevas herramientas con las que practicar y aumentar el repertorio para enfrentaros con los ‘monstruos’ de los movimientos complejos de los bloques y vías. Recordad que estos gestos son útiles tanto en roca como en el roco así como en cualquiera de las modalidades de la escalada clásica, deportiva o bloque.

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