Mario Cranks
Mario Cranks

Por hobby, por posturear un poquito en Instagram o por darle un disgusto a tu madre cuando ve dónde has estado, siempre es buen momento para sacar fotos mejores. Como bien nos explica Mario Cranks en las siguientes líneas, las fotos buenas no salen al primer pegue, requieren de práctica y educar la mirada. También nos servirán de mucha ayuda los consejos de alguien que, como Mario, lleva años muy implicado con su trabajo y buscando la imagen perfecta.

Entiende la luz

La luz en la fotografía es como la roca en la escalada. Sin luz no hay fotos. La luz puede ser la luna y las estrellas, un frontal o el sol. Normalmente la mayoría de nuestras salidas se realiza de día así que nos centraremos en la luz que nos proporciona el sol. El atardecer y el amanecer son tus amigos a la hora de hacer fotos inspiradoras. La luz está más baja y todo tiene más volumen, los colores se funden entre naranjas, azules y morados y el paisaje deja de ser plano. Para sacar las mejores fotos durante tu actividad intenta estar en los puntos clave y aprovechar estas horas de luz.

Yo suelo planificar mis salidas para que los momentos fuertes de la actividad coincidan con las horas buenas de luz. Siempre contando con el consenso de los que van conmigo; no a todo el mundo le gusta estar en el monte cuando cae la noche…

Así cambia la luz durante un amanecer. ©Mario Cranks

 

Planifica tu actividad y no te olvides de las fotos

Toda actividad de montaña requiere planificación: dónde vas a empezar, qué vas a hacer, dónde vas a parar y sobre qué horas vas a estar de vuelta. Cuando estés planeando la salida no te olvides de las fotos. Piensa qué puntos pueden ser interesantes o, según las horas, intenta prever cómo actuará la luz en el paisaje y qué opciones de foto tienes. Quizá cuando llegues al sitio todo sea distinto, tu día soleado se haya nublado o el paisaje no sea como te lo imaginabas, pero tu cabeza ya estará preparada para buscar otras opciones. Conocer las orientaciones de los sitios a los que vas y los horarios de salida y puesta de sol te será de gran ayuda. 

 

Muchas veces es cuestión de llevar una idea en la cabeza y adaptarse a las condiciones y el entorno. ©Mario Cranks

 

Cuenta una historia

Ya sea con fotos o con texto, intenta poner al espectador en situación. No es lo mismo ver una foto de un bloque bonita sin más que quedarse un buen rato mirando una o varias imágenes que cuenten lo especial que es ese bloque, el interés de la zona, la historia de un encadenamiento o algo sobre la persona que lo ha escalado, sonriendo de felicidad tras 25 pegues para su primer 6c. ¿No?

 

Pavi en su primer 8A, durante un viaje express a Hoya Moros en el Invierno de 2017. ©Mario Cranks

 

Pon atención a los detalles y a los momentos más simples

A veces las fotos que más transmiten salen de momentos tan simples como un desayuno al amanecer tras una noche de vivac o en el momento de relax tras una ruta extenuante. No todo es acción, e incluso en esta a veces es más importante un detalle que la acción en sí.

  

Mike y Tom contándose secretos momentos antes de empezar la ruta. ©Mario Cranks

 

El tamaño no importa

Que sí, que sabemos que los habéis escuchado muchas veces… Pero en el caso de la fotografía de montaña es muy cierto. Muchas veces llevar una cámara mejor, más cara y más grande no es sinónimo de sacar mejores fotos. Pesan, los objetivos son enormes y tu espacio en la mochila bastante limitado. En cambio, una cámara pequeña, ligera y con lentes intercambiables seguramente te resulte mucho más útil y versátil a la hora de moverte por zonas difíciles, ocupará menos espacio en la mochila y, en definitiva, la usarás mucho más. ¡Una de mis fotos favoritas la saqué con una GoPro!

 

De mis fotos preferidas, y hecha con GoPro. Muchas veces “menos es más”. ©Mario Cranks

 

Aléjate

Te encuentras en un entorno espectacular; la luz, perfecta; el día está saliendo redondo, y has seguido todos y cada de los pasos anteriores, pero sigues obsesionado con que el muñequito de tu foto se lleve todo el protagonismo. ¡Aléjate! El paisaje es parte de la propia acción, nos sitúa en la escena y nos da escala de lo que somos con respecto al entorno. 

Imagínate a Alex Honnold en una foto donde solo se le vea a él en la pared y sin referencias de la altura a la que está. No sabrás si se encuentra a 50 cm o a 400 m sobre el suelo, escalando sin cuerda. Consigue una toma más amplia, con el paisaje como protagonista y el escalador un muñequito pequeño en la Nose del Capitán. ¡Da vértigo!

 

Da escala a tus fotografías alejándote del protagonista. ©Mario Cranks

 

Las fotos importan, pero no te olvides de disfrutar

Es una sensación increíble hacer una actividad de montaña espectacular, compartir un día inolvidable con amigos y, además, llegar a casa y ver que tienes fotos que hacen justicia a lo vivido. Pero, amigos, sería demasiado fácil si siempre fuese así. Por eso, disfruta de la actividad, de la compañía y persigue tus fotos. Pero no te frustres si llegas a casa y no son tan buenas como pensabas o si no sacaste tantas como querías. Al final, lo importante es salir, hacer nuestra actividad preferida y compartirla. Las fotos son solo la guinda del pastel.

 

—¿Qué tal las fotos? —Bueno, algo saqué, pero el desayuno al sol del invierno después de una noche fría de vivac no me lo quita nadie. ©Mario Cranks

 

Por último, no te olvides de que las fotos buenas no suelen salir al primer pegue, requieren de práctica y educar la mirada. Ver, analizar y observar es parte del proceso y también tres cosas que puedes hacer desde casa para que tu próxima salida fotográfica sea un éxito. 

Por Mario Cranks
CEO en NVCR.STUDIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí