La evolución del routesetting se dirige hacia lugares insospechados. La danza, el color, la pintura, arquitectura o la música. Cualquier cosa puede ser fuente de inspiración para dibujar un boulder o una vía en el muro. Sara Richart se ha levantado hoy con Carmen, la ópera de Bizet, en la cabeza.
¿Qué influye más en tu humor matinal: la temperatura de la ducha, el sabor del café, las noticias de la radio, mirar por la ventana y ver que no llueve? Todos los sentidos se ponen en funcionamiento para decidir si hoy va a ser un gran día… o no.
Cuando equipamos nos pasa lo mismo. Hay días que, como le pasa a Sara en el vídeo, escuchamos una canción que nos taladra la cabeza y nos encantaría “dibujarla en la pared”. Hay días que nos empeñamos en montar rompecabezas de movimientos imposibles y otros días nos concentramos en dejar los muros como para colgarlos en la pared de un museo. En realidad casi siempre es un poco de todo.
Escalar es mirar, tocar, escuchar, coordinar… Escalar es interpretar un montón de señales para conseguir algo tan simple y tan fascinante como inútil: interpretar una coreografía.