Hay escaladores capaces de retener en la cabeza más nudos que ríos y afluentes hay en España. En el otro extremo, los que proclaman, orgullosos, que “¡el ocho ya sirve para todo!”. Nos vamos a quedar en un punto intermedio y por eso comenzamos nuestra sección de cabuyería estudiando a fondo los cinco nudos más usados y polivalentes en la escalada. No pasarás las pruebas de patrón de barco o de marinero para el Santísima Trinidad, pero casi.

Estos cinco que describimos a continuación forman parte de nuestra particular lista de 10 nudos imprescindibles para escalada que cuentan con las siguiente propiedades: sencillos, fáciles de comprobar con un simple vistazo  y, normalmente, se deshacen bien si no han sufrido una gran tensión. En la siguiente entrega completaremos la colección.

Nudo de ocho doble

El más usado, y recomendado, para encordarnos. Para que haga su función correctamente y su capacidad de carga sea la correcta, hay que dejar entre 10 y 20 cm de cabo sobrante, no lo apretaremos como si no hubiera un mañana y el bucle que se queda entre las perneras y la cintura (antes del nudo) debería ser del mismo diámetro que el anillo ventral.

Se puede hacer enfrentado (para unir cuerdas), por chicote (encordamiento), por seno (anclarnos a una reunión) y, además, servía a los marinos para evitar que los cabos pasaran por las poleas (por si sigues pensando en lo de ser patrón).

Siempre y cuando esté peinado y cumpla todos los requisitos que te hemos contado con anterioridad, rompe en torno a los 1600 kg.

 

Nudo dinámico

Lo puedes usar para asegurar al primero de cuerda, para asegurar al segundo desde la reunión, rapelar y, también, para realizar maniobras de escape de la reunión, de rescate en grietas o de autorrescate en pared. Aun siendo un método de fortuna que se emplea cuando perdemos nuestro asegurador o descensor, la capacidad del frenado es mayor que las que nos proporcionan los ochos, placas y tubos de freno (de 2,5 a 3 kN).

Lo tienes que realizar sobre un mosquetón de seguro HMS o de forma de pera para que funcione bien dado que es un nudo bidireccional (necesita voltearse). Puedes usarlo con cuerdas simples o dobles.

Debes tener en cuenta que es un nudo, como su nombre indica, dinámico y que por lo tanto no hay que soltar las manos en ningún momento, sea cual sea la maniobra que hagas con él. Si lo usas para rapelar, imprescindible combinarlo con algún sistema de bloqueo. Para bloquearse sin ningún sistema que trabaje a dúo, usa un nudo de fuga o de mula, lo que se conoce como “fugar un dinámico”.

Gran nudo por su versatilidad y capacidad de frenado.

 

Nudo de ballestrinque

Parecido en forma al anterior con la diferencia de que es un nudo que no corre, es decir que nos vale para fijar la cuerda en algún lugar de manera rápida y con un consumo de esta muy bajo.

Podemos usarlo para fijarnos a una reunión con la cuerda y, además, nos permite regular la distancia a la misma de manera rápida y sencilla.

 

Nudo de cola de vaca

Es como una gaza simple. Se usa para unir dos cuerdas incluso de diámetros diferentes. Siempre hay que apretar bien los cuatro cabos y dejar mínimo unos 30 cm de sobrante. Una ventaja es que, si orientamos el nudo hacia arriba, al recuperar la cuerda tras un rápel en una pared con fisuras, ramas, formas…, las probabilidades de que se atasque se reducen.

Siempre que la cuerda tenga tensión el nudo se mantendrá firme pero, si durante el rápel se pierde tensión, es conveniente echar un vistazo y cerciorarnos de que todo sigue bien.

También se puede hacer doble para unir cordinos y fabricarnos un anillo cerrado con el que hacernos un Machard.

 

Nudo de Machard

Este un nudo que bloquea en ambas direcciones, lo cual nos viene de perlas para usarlo de bloqueador en un rápel autoasegurado o ascender por una cuerda fija. Tiene la ventaja también de deshacerse fácilmente aunque haya sido sometido a tensión. Necesitas un anillo cerrado de cordino lo suficientemente largo para dar unas vueltas alrededor de la cuerda o de las cuerdas, y pasar un mosquetón de seguro por los dos senos.

Las vueltas podrán variar en función de si se instala sobre una cuerda simple o dos cuerdas vueltas (entre 4 y 6 vueltas con un cordino de 7 mm).

Tendrás que ver si muerde demasiado, o no, antes de efectuar la maniobra. Necesitarás 1,5 m de cordino y cerrarlo con un doble pescador o doble cola de vaca.

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