Ante la pregunta de cómo mejorar el rendimiento en la escalada, solemos oír que trabajando las capacidades físicas. Y es cierto, sin duda, pero existe otro factor de rendimiento, una forma de progresar sin la necesidad de aumentar la fuerza. Se trata de la técnica gestual y esta sección, ‘El Laboratorio del Gesto’, está dedicada a ella. Arrancamos con la técnica de colocación de la punta del pie de gato.
En la escalada, como en cualquier actividad, no hay una metodología única para mejorar. Existen diversos aspectos que explican el rendimiento en el deporte y estos pueden ser “físicos, tácticos, psicológicos y técnicos” (Magiera y colaboradores, 2013). Es habitual pensar que únicamente con un aumento de los factores físicos nuestro rendimiento mejorará, pero la clave para conseguir un porcentaje extra de mejora consiste en combinar el entrenamiento físico con el desarrollo de otras habilidades. ¡No todo es fuerza!
Las diez mil horas de Ericsson
Esta sección está dedicada al factor técnico entendido como una herramienta de la gestión y la dosificación de la fuerza, también como el arte de integrar las sensaciones en un determinado paso y/o postura con el objetivo de realizar un movimiento armónico y con el menor gasto energético posible.
El factor de rendimiento técnico está relacionado con el nivel de atención, la consciencia y control corporal, el tesón y la constancia en la práctica. Y hay que tener en cuenta que el tiempo que se tarda en asimilar los gestos y la percepción de mejora no son comparables a los resultados que se obtienen al trabajar factores físicos.
Pensemos un momento en cuánto tiempo de nuestro entrenamiento está dedicado a la mejora de la fuerza y cuánto a la mejora de la técnica. Este dato puede ser un buen punto de partida para conocer la cantidad de práctica que dedicamos a cada factor y, por lo tanto, el desarrollo del mismo. No está de más recordar la teoría de experticia de las diez mil horas de Ericsson: el psicólogo afirmaba que un experto debe dedicar al menos diez mil horas para perfeccionar su especialidad.
La importancia del gesto
En Sputnik defendemos la importancia del trabajo técnico y por eso la práctica de las destrezas gestuales es una de las materias principales tanto en los entrenamientos online como en los presenciales. Generamos cada mes vídeos específicos de diferentes técnicas para trabajarlas después de manera aislada sobre un entorno favorable –desde un movimiento concreto hasta un itinerario de varios metros–, analizando las claves de cada gesto hasta integrarlo en un sistema sensitivo motor e integrador (autónomo).
Ahora damos un paso más en nuestra particular “cruzada” e inauguramos la sección El Laboratorio del Gesto. En ella, de forma resumida y gráfica, diseccionaremos distintas técnicas, hablaremos de las claves para su correcta ejecución, y también de trucos y consejos sobre el gesto para integrarlos gradualmente en nuestras rutinas de entrenamiento. Comenzamos con un aspecto muy importante de la técnica de pies:
Trabajo de la punta
Los escaladores de placas de granito tienen muy interiorizado que un correcto posicionamiento de la punta del pie es muchas veces la clave de que un movimiento salga o no. No ocurre lo mismo en escaladores más especializados en desplomes o en indoor, que descuidan esta parte porque muchas veces pueden suplir los errores de colocación con un aporte extra de fuerza. Analicemos aciertos y errores del trabajo sobre la punta del pie de gato.
Claves generales
- Mantener la visión. Fijar la mirada en la presa hasta colocar el pie. Se trata de mantener la visión hacia abajo y hacia los laterales.
- Adaptación del pie de gato a la presa. Así podremos descargar la mayor cantidad de peso posible en el tren inferior.
Elección del mejor lugar de la presa teniendo en cuenta la dirección del movimiento que vayamos a realizar.
- Estudia las fuerzas que se realizarán con las piernas para descargar el máximo peso sobre el tren inferior. Estas acciones son: impulsión, tracción, sustentación y equilibradora.
- Bajar el talón lo más posible consiguiendo mayor superficie de contacto y por lo tanto mayor adherencia.
Claves, trucos y consejos
- La punta nos permitirá cantear en salientes muy pequeños y en otras presas. El apoyo de la punta presenta una gran ventaja, que es la de descargar todo el peso sobre un punto y girar/rotar sobre este con dos finalidades: por un lado, frotar con la punta (smearing) para adaptar y sentir bien el agarre y, por otro, mover el centro de gravedad a nuestro favor. Ten en cuenta la dirección del giro en la adaptación para no perder el apoyo.
- Un buen truco, tanto para la adaptación como para obtener un ángulo favorable y poder hacer más fuerza con las piernas, es llevar el talón hacia fuera del cuerpo.
- Reflexiona sobre el movimiento para sacar el máximo partido a las puntas. Prueba la secuencia entera y comprueba si el método realmente funciona o puede mejorarse.
Y recuerda: ahora solo te quedan 10.000 horas de práctica para convertirte en un experto en la colocación y uso de la punta del pie de gato.