El accidente más grave del mítico escalador norteamericano John Long fue la caída desde un descuelgue de un rocódromo. No había acabado de hacerse el nudo… Vamos a analizar qué produce la mayoría de accidentes en la escalada indoor y cómo se gestiona la seguridad en las salas, qué lesiones son las más habituales, quiénes las sufren y por qué los rocódromos son entornos mucho más seguros de lo que imaginas.

 

En Sputnik, muchos escaladores se extrañan de que, al descender de una ruta, haya que pasar el mosquetón del autoseguro por la anilla de una especie de colchoneta fijada en una parte al suelo y que, por efecto de la tensión del sistema, se queda en posición vertical cuando nadie está escalando la vía. Aunque no lo creáis, el invento evita unos cuantos accidentes cada mes.

Una de las causas de caídas al suelo (a la colchoneta si el pie de vía cuenta con ella) desde cierta altura en la zona de vías se produce por un despiste muy grave y recurrente: comenzar a escalar sin asegurarse al cable del autoseguro (sí, ocurre, y en muchas más ocasiones de las que imaginas). ¿Qué evitan estas “puertas” donde anclamos el mosquetón tras la escalada? Pues, al cubrir el primer metro de pared, hacen prácticamente imposible comenzar a escalar ya que las presas de pie para arrancar están ocultas tras ellas.

Las “puertas”, unidas a un cuidado trabajo de setting, constituyen una importante medida de seguridad en las vías de autoseguro.
Las “puertas”, unidas a un cuidado trabajo de setting, constituyen una importante medida de seguridad en las vías de autoseguro.

 

Técnico de sala: el ojo que (casi) todo lo ve

Esta es solo una de las muchas medidas con que cuentan los rocódromos y que, unidas a campañas de seguridad, la supervisión de los técnicos de sala y el trabajo cuidadoso de los equipadores, hacen que la instalaciones de escalada indoor sean entornos mucho más seguros de lo que podemos imaginar.

“El trabajo del técnico de sala consiste, entre otras muchas tareas, en prevenir cualquier situación que pueda resultar potencialmente peligrosa”, explica Javier Aceña, coordinador de los técnicos en Sputnik. “Para ello, comenzamos con el Test de Seguridad, la herramienta que nos permite distinguir qué usuarios están preparados para escalar de primero y asegurar a un primero. Pero no es suficiente y hay que estar permanentemente alerta”.

Técnico de sala, siempre atento para anticiparse a situaciones peligrosas.
Técnico de sala, siempre atento para anticiparse a situaciones peligrosas.

 

¿Cómo se producen los accidentes?

La experiencia del equipo de técnicos nos aporta datos muy interesantes a la hora de establecer medidas de prevención. “En la zona de boulder, la caída provoca el mayor número de lesiones”, explica Javier. “La mayoría de las veces suele ser por forzar en niveles de iniciación. El error más habitual es aterrizar de una manera descontrolada, o sin estabilizar el tren inferior, y sin un compañero que dirija la caída y amortigüe el impacto contra la colchoneta, lo que llamamos ‘porteo’”.

“En las vías el número de accidentes disminuye. Suelen ocurrir cuando el escalador se encuentra en las tres primeras cintas, muchas veces por una mala ubicación del asegurador o por una gran diferencia de pesos entre escalador y asegurador (este último acaba estampado contra la pared o sube tanto que el compañero llega hasta el suelo). Con el autoseguro hemos observado dos fallos que se repiten: uno, escaladores poco experimentados que se anclan mal (al portamaterial, a la tira que fija el anillo ventral, al cabo del falso primero…), mientras que el error (catastrófico) en escaladores experimentados siempre se ha debido al despiste y a la falta de concentración: escalar sin utilizar el dispositivo”.

Sección de autoseguros en Sputnik.
Sección de autoseguros en Sputnik.

 

‘Si es peligroso, no sirve’

Generalmente, tendemos a juzgar el equipamiento de vías y bloques por la calidad y originalidad del movimiento, por sus presas y también por la cotación de la dificultad. Sin embargo, buena parte del proceso de setting tiene que ver con la seguridad. Una secuencia con un error de diseño puede acarrear consecuencias nefastas y por eso la jornada de trabajo de los equipadores comienza supervisando los paños y decidiendo qué formas grandes se van a instalar. “Lo primero que hacemos es el montaje de volúmenes”, explica Adrián García, uno de los responsables del equipamiento en Sputnik, “y la primera norma es que no resulte peligroso, básicamente que no haya volúmenes que sobresalgan en zonas de posible caída”.

“Tras esto tenemos muy en cuenta no montar tops precarios en bloques de dificultades medias o fáciles, evitar potenciales caídas de unos bloques en los inicios de otros, que no haya empotramientos peligrosos ni caídas con los pies por encima de la cabeza, no dejar “repisas” en vías, que todos los pies del arranque de las vías queden tapadas por las ‘puertas’… La lista es casi interminable. En general le dedicamos mucho tiempo y es nuestra mayor preocupación, por encima de la estética o la funcionalidad del bloque. Nosotros siempre decimos: ‘si es peligroso, no sirve’”.

Sesión de setting en Sputnik: “Si es peligroso..., ¡no vale!”.
Sesión de setting en Sputnik: “Si es peligroso…, ¡no vale!”.

 

Accidentabilidad en cifras

Son muchas las causas que pueden derivar en un accidente en un rocódromo pero la mayoría se repite con insistencia. Casi todos los incidentes que se producen en Sputnik se recogen en un registro que aporta una información muy valiosa. Así, sabemos que en 2019 y 2020 se produjeron 72 incidencias entre casos leves y accidentes graves; 4 en las vías de escalada y el resto en la sala de boulder. El 39% de estos percances produjo lesiones relacionadas con el pie y el tobillo (esguinces en su mayoría); el 11%, lesiones de codo; el 10%, de rodilla; el 8%, de hombro y el resto tuvo como consecuencia otras lesiones (dedo, isquio, radio, tibia, columna vertebral, bíceps, muñeca y hasta un latigazo en el ojo al calentar con las gomas). El accidentado más joven tenía 12 años y el mayor, 53 (edad media de 27 años).

Rubén Martínez, fisioterapeuta y responsable de Sputnik Salud, confirma que las lesiones más habituales tras un percance en el rocódromo son los “esguinces de tobillo y rodilla, luxaciones de codo y hombro”.

Entre 2019 y 2020, el 39% de los percances en Sputnik produjo lesiones relacionadas con el pie y el tobillo (esguinces en su mayoría).
Entre 2019 y 2020, el 39% de los percances en Sputnik produjo lesiones relacionadas con el pie y el tobillo (esguinces en su mayoría).

 

Existe un estudio, que ya se citó en el interesante artículo Epidemiología de lesiones de escalada. ¿Por dónde nos rompemos?, hecho en un popular rocódromo de Stuttgart (Alemania). En este centro, entre 2007 y 2011, se registraron 515.337 visitas (63,6% hombres y  36,4% mujeres), un público con edades comprendidas entre los 8 y los 80 años (media de 34). El tiempo medio de escalada fue de 2 horas y 47 minutos.

Se contabilizaron 30 lesiones (22 en hombres y 8 en mujeres): 6 en el búlder, 16 mientras se escalaba de primero, 7 en toprope y 1 caso de alguien que observaba a otro escalador. Las lesiones por búlder fueron principalmente el resultado de caídas sobre la colchoneta, mientras que en la escalada con cuerda hubo distintas causas. Quince (50%) lesiones fueron de grado 2 (moderadas) la Comisión Médica de la Union Internationale des Associations d’Alpinisme, 13 (43%) fueron de grado 3 (serias), y 2 (7%) fueron de grado 4 (severas) [según la clasificación de la comisión médica de la UIAA]. No hubo víctimas mortales. La tasa general de lesiones fue de 0,02 por cada 1000 horas de actividad.

En el estudio, los principiantes (usuarios con menos de 20 días de experiencia) fueron protagonistas de solo el 17% de los accidentes, mientras que los escaladores que acudían con regularidad al centro (una sesión semanal de media) representaron el 53%. Los más asiduos (2 o 3 días a la semana de roco), el 20%. Ruben nos indica que él tampoco ha detectado en los lesionados de Sputnik una relación directa entre accidentes e inexperiencia.

En conclusión, ¿son muchos accidentes?

La respuesta está clara: NO.

La revista norteamericana especializada en escalada indoor Gymclimber publicó un artículo titulado “No Fall Zone” en el que aparecían interesantes datos: uno de ellos es la tasa general de lesiones en el fútbol amateur turco: 38,6 lesiones por 1000 horas de juego; es decir, casi 2000 veces más alta que en la escalada indoor.

Gymclimber apunta otra cuestión que hay que tener muy en cuenta: más del 50% de las lesiones podrían haberse evitado fácilmente y, seguramente, las producidas por caídas descontroladas a la colchoneta, también con algo de técnica y un buen porteo.

Revisión periódica de los dispositivos de autoseguro.
Revisión periódica de los dispositivos de autoseguro.

 

Tal y como apunta Joaquín Colorado, profesor de escalada y autor de Errores en escalada. 101 casos reales de accidentes e incidentes. clásica-deportiva-rocódromo, en el rocódromo el tipo de riesgo que acecha es “principalmente subjetivo (…), el error humano”. Es decir, aquí dentro se reducen bastante las probabilidades de que nos caiga una avalancha, nos alcance un rayo o nos pique una víbora, por lo que la seguridad va a depender de uno mismo en casi todos los casos y, si tenemos que apuntar a un enemigo, la cuestión está clara, se trata del exceso de confianza.

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