Próxima estación, Legazpi

Ya podemos decirlo: nos vamos a dejar el alma para abrir este verano un nuevo Sputnik. Será en el centro de Madrid, en Legazpi, un barrio que nos flipa, y hemos gastado todas las neuronas vivas que nos quedaban en apostar por algo distinto. Te lo contamos.

Sputnik Alcobendas, Sputnik Las Rozas, Sputnik Berango y, dentro de muy poco, ¡Sputnik Legazpi!, nuestro cuarto centro y el tercero en Madrid. Llegar al corazón de la ciudad es un objetivo que siempre está ahí, revoloteando, que nos hace soñar y dirigir todas las alertas a descubrir el sitio perfecto (no nos vale cualquier cosa), pero es muy difícil encontrar espacios con las condiciones que necesitamos (superficie, altura, que permita el uso deportivo…) y –esto es fundamental– en una ubicación que nos guste. Nuestros tres centros actuales se encuentran en áreas empresariales, industriales o comerciales, y dar el paso hacia el centro de Madrid nos ha ofrecido no solo la tarea buscar y rebuscar en otro medio hasta dar con ello (¡tres años nos ha costado!), sino el reto de repensar el diseño, de dar otra vez un paso más.

Un espacio singular

Sputnik no es un modelo franquiciado, así que hay cosas que no deberían cambiar nunca, como el servicio, la profesionalidad en cada área; la atención que percibes cuando entras por la puerta de un Sputnik se va a mantener siempre. Continuaremos con el sello de calidad de la escalada (el setting) y la rotación constante del equipamiento. Y, por supuesto, las mismas condiciones laborales de los trabajadores: conciliación, cuatro días de trabajo a la semana…

Otras cosas sí serán muy diferentes. Cada Sputnik se adapta a las características del espacio y por eso no replicamos el mismo formato allá donde vayamos. Este es un centro urbano, fundamentalmente de boulder y en el que la hostelería adquiere una gran importancia. Nuestra apuesta es crear un espacio singular, que sea diferenciador en el panelado, las texturas, la densidad de bloque, los colores, la calidez, la luz (luego hablaremos de la luz)…

Barrio con historia y tradición

Integrar Sputnik en el Barrio de los Metales, Legazpi, pleno distrito de Arganzuela, ha supuesto también ir más allá en el diseño de nuestros centros de escalada. Siempre tenemos en cuenta el lugar al que vamos y en este caso es importante para nosotros el origen del barrio. El tren, el río, las fábricas, los almacenes, el Matadero… convirtieron Legazpi en la principal zona de abastecimiento de Madrid y, aunque la actividad industrial y mercantil se ha trasladado a las afueras, aún existen muchos contrastes urbanísticos –viviendas modernas junto a las casas bajas donde vivían los trabajadores del Matadero, arquitectura neomudéjar de ladrillo rojo frente a edificios inteligentes de oficinas– que nos hablan de lo que allí ocurría hasta que en la década de los setenta comienzan a crecer las zonas residenciales al lado de las naves.

Por eso en Sputnik Legazpi conservaremos parte de esa cultura industrial, pero conectándola con materiales orgánicos, con el color verde, la vegetación y la luz natural, algo muy importante y diferenciador que ha determinado la distribución de los ambientes y nos ha hecho plantearnos la importancia de los espacios diáfanos y la conexión entre ellos. Estamos muy flipados con esta idea.

¿Se nos fue la olla?

Sabemos perfectamente cómo nos comportamos en los espacios destinados a escalar, qué supone colocar las presas y volúmenes de una u otra forma, los movimientos, la dificultad, la inclinación de los paneles… Y también sabemos que suceden muchas cosas importantes en los lugares donde no se escala –ya te habrás dado cuenta: a veces hay más vida en el borde de la colchoneta que en el bloque de moda–, y que, curiosamente, se ha pensado muy poco en ello. En el diseño de Legazpi hemos debatido mucho sobre esta cuestión, sobre cómo deberían ser estos lugares de intercambio, de encuentro, de conversación, de descanso… de estar. Nos ha parecido que es interesante gastar cerebro y hacer algunas reflexiones: ¿qué ocurrirá si…? ¿Y si ponemos esto así? ¿Y si lo cambiamos de lugar? ¿Y si usamos otros materiales?… ¿Se nos ha ido la olla?

El espacio de hostelería –sí, ¡la cantina!– forma parte de este ámbito, por supuesto: en cada centro, la cantina va ganando protagonismo. El diseño sigue la línea del resto del roco (traer la naturaleza al centro de la ciudad, luz natural, materiales orgánicos…). La línea gastronómica ya la conoces: cocina saludable pero divertida, con platos veganos y vegetarianos, opciones para peques, mayores, deportistas, antideportistas, personas alérgicas… Y seguiremos apostando por la música (ya veremos qué nos dicen del volumen…).

Tres centros, un servicio

En estos tres años de búsqueda se han barajado bastantes opciones fuera y dentro de la M30, pero Legazpi es la que más nos gustaba. Además, hay un factor importante que también inclinó la balanza, y es que los mapas de calor de la procedencia de quienes vienen a Sputnik se ponen de un color muy vivo por la zona. Aparte de Alcobendas y Las Rozas, ¡ahora también puede que tengas un Sputnik al lado de casa!

Cuando inauguremos Legazpi, Sputnik ofrecerá a su comunidad en Madrid casi 300 vías y más de 400 bloques repartidos en tres centros, con la diferencia de que a Legazpi te vienes en metro, bus, bici, patinete (¡habrá parking con punto de carga!), a pata…, en cualquier medio de transporte.

Y la pregunta del millón: ¿habrá más Sputnik en Madrid después de este? La respuesta está clara: claro que sí. En Madrid hay mucho recorrido, lo sabemos por lo que ocurre en otras ciudades europeas. ¡A buscar más ubicaciones!

Ahora, manos a la obra, que julio está a la vuelta de la esquina y queda mucha faena por hacer. Como siempre, os lo vamos a contar en nuestro diario de obra de Legazpi. ¡Van a pasar cosas alucinantes los próximos meses!

Fernando Hernández