Si tus hijos han visto Frozen tantas veces que ya te sabes los diálogos, os presentamos ocho cortos de animación para que celebréis un festival casero. Ácidos, divertidos y oscuros, estos microrrelatos van cargaditos de mensajes y dan para reflexionar con los más pequeños.

The legend of the Crabe Phare

Una preciosa animación que habla de cómo la naturaleza siempre sale adelante, incluso a pesar de las barbaridades humanas. Le da un puntazo la música de toque japonés y las figuras hechas en papel. Todo un chute de imaginación.

Runaway

Más allá de la historia de amistad entre un chico y su nevera, Runaway es una oda al reciclaje y a la reparación de los objetos que aún tienen vida. En tiempos en los que la obsolescencia programada nos hace consumir más allá de nuestras necesidades, retomamos la importancia de arreglar aquello que se estropea en lugar de reemplazarlo por algo nuevo.

Kitbull

Históricamente los cuentos han cumplido el cometido de acercar a los niños a la complejidad de la vida –hasta que los hermanos Grimm y definitivamente Disney se dedicaron a dulcificarlos–. Sin necesidad de palabras, este corto nos habla del maltrato animal y el cuidado hacia otros seres. Porque juntos somos más fuertes.

Snack attack

Cuenta la leyenda que esta historia sucedió realmente en una ciudad europea: una enternecedora viejecita quiere disfrutar de su paquete de galletas hasta que se encuentra con un fastidioso adolescente en el andén del tren que le va a estropear su dulce momento. Una divertidísima historia para darnos cuenta de nuestros propios prejuicios, producto de la factoría Pixar.

Out of sight

Fiel a la estética japonesa de los dibujos animados de los ochenta, Out of sight (algo así como A ciegas) relata cómo el tacto, los ruidos y los olores dibujan el universo de una niña ciega. Una historia llena de magia sensorial.

Bridge

De cabezotas está el mundo lleno, sin embargo, no llegaremos muy lejos como especie si no somos capaces de colaborar en lugar de pelear en solitario por nuestros objetivos individuales. Perfecta para estos días en que tenemos que permanecer tan juntitos –y sin perder la cabeza–.

Electropolis

Estamos rodeados de normas, obligaciones y expectativas. Todo va según lo previsto pero, ¿qué pasaría si por una vez nos saltásemos las reglas e hiciéramos algo solo por el puro placer de divertirnos? Que se lo digan al muñeco de un semáforo de esta gran ciudad. Atención, la alegría es más contagiosa que cualquier otro bicho.

A joy story

Nunca sobran los relatos que nos vuelven a contar por qué la generosidad y la solidaridad son tan necesarias y hacen que nuestra vida sea mejor. En estos días que vivimos vamos a poder encontrar borbotones de ejemplos, así que A joy story viene al pelo

Redacción El Cohete

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