El pasado sábado 23 de marzo celebramos el primer simulacro de competición de Sputnik en nuestro centro de Legazpi. Contamos con la participación de Sergio Verdasco y Maelys Agrapart –equipadores habituales en competiciones internacionales– como parte del equipo de setting y pusimos a prueba a nuestro Equipo de competición. Te contamos qué importancia tiene la organización de este tipo de eventos y cómo influye positivamente no solo en los escaladores de competición si no también en toda la comunidad escaladora de Sputnik.
A ningún aficionado al automovilismo le sorprendería saber que los días previos a la Fórmula 1, en que se prueban los coches en el mismo circuito en que se competirá, son de vital importancia para las escuderías. Es ahí donde ponen a prueba el funcionamiento del coche en una situación real, sobre pistas internacionales como la de Sakhir, en Baréin, en lo que seguramente sea el entrenamiento más decisivo de la pretemporada.
Bobby Unser, un famoso piloto americano de carreras con grandes éxitos entre los años 60, 70 y principios de los 80, dijo: «El éxito es cuando la preparación y la oportunidad se encuentran». Ese encuentro, que tantos éxitos le trajo, nunca se dio de forma fortuita. ¿Te imaginas cuántas vueltas dio a cada circuito? ¿Cuántas veces repasó mentalmente cada vuelta, cada secuencia de pies y manos para manejar los mandos lo más eficientemente posible?
Efectivamente, la gran mayoría de pruebas de automovilismo se celebra en circuitos cerrados, conocidos y estables. Este hecho permite que la “actuación” se pueda llevar preparada de casa. Hoy en día es probable que, personas que jamás han estado en ninguno de estos circuitos, conozcan las principales características de su trazado. Puede que los hayan visto por la tele, incluso hayan simulado participar en una carrera mediante un videojuego. Los más frikis incluso pueden haber probado simulaciones en 3D.
Simulacros para rendir mejor
La escalada, al igual que la mayoría de pruebas de automovilismo, también se desarrolla en un medio estable, normalmente inmóvil –aunque todos hemos roto algún agarre o pie que ha hecho tener que cambiar la beta de la secuencia–.
Al igual que el Dakar, considerada como la prueba de motor más dura del mundo, la escalada de competición en las modalidades de bloque y dificultad se define por la incertidumbre del medio en el que se desenvuelve. Es decir, el no saber de antemano con qué nos vamos a encontrar: ¿cómo van a ser los bloques? ¿Qué movimientos tendré que realizar para poder resolverlos? ¿Cuál será la mejor estrategia en cuanto al uso del tiempo de competición? ¿Cómo gestionaré la presión en esos escasos minutos? ¿Saldré primero o último de la ronda? Todas estas preguntas –e infinitas más– pasan por la cabeza de los y las deportistas y todas ellas quieren dar respuesta a la característica más importante que define a los escaladores de competición: su capacidad de adaptación.
En la escalada de competición no vale con estar fuerte. Hay que rendir cuando toca, en un día, una hora y un minuto precisos.
En la escalada de competición no vale solo con escalar bien o estar muy fuerte. Seguramente, ya sea en la escalada o en cualquier otro deporte, hayas oído comentarios como: “está muy en forma pero no termina de rendir”. Esto se debe a que “estar en forma” no es lo único que caracteriza al competidor, hay que rendir cuando toca, en un día, una hora y un minuto precisos. Si se consigue, se habrá logrado el mejor resultado posible para cualquier deportista de competición: rendir o, lo que es lo mismo, hacer todo lo mejor posible. Aunque, a decir verdad, rendir en competición tampoco asegura un buen resultado ya que esto depende también de factores que no podemos controlar como la actuación de los demás. Pero lo que está claro es que para conseguir rendir hay que entrenar.
¿Para qué organizar un simulacro en Sputnik Legazpi y cómo se ha organizado?
Los simulacros de escalada, entonces, son necesarios para alcanzar el mejor rendimiento posible de los deportistas ante una futura competición. Son eventos en los que generalmente participan entre cuatro o cinco personas –diez como máximo– y suelen ser muy costosos y también muy interesantes para los competidores, pues les permite medirse en unas condiciones muy similares a las de las competiciones reales. En esta ocasión, al simulacro asistieron Izíar Martínez Ichi, Guille Peinado, Alex Crespo, Manuel Pastor y Raúl Escribano –todos parte del Equipo Sputnik– además de Loreto Peinado –hermana de Guille– y María Paredes, de la Selección Extremeña de Escalada.
En los simulacros el trabajo de los setters es fundamental, pues han de ser capaces de proponer problemas a la altura de lo que se equipará en las pruebas de dificultad. Para equipar este primer simulacro que tuvo lugar en Sputnik Legazpi contamos con la participación de Sergio Verdasco, Maelys Agrapart y Jose Luis Palao ‘Primo’, además de Kymy de la Peña, Lucas de Jesús y Juan Antonio Jiménez, headsetters de Sputnik y componentes del equipo de setting de Sputnik Investigación.
El trabajo de los setters en la competición
Las competiciones de escalada están evolucionando muy rápido. Se están convirtiendo en un espectáculo de masas y, al igual que ha pasado con otros deportes, se harán más competiciones, más eventos, tendrá más adeptos, se moverá más dinero… y se buscará una mayor espectacularidad en las competiciones de escalada. Ahí entra el trabajo de los setters.
Los equipos de setters tienen que actualizar sus propuestas y sincronizarlas con las últimas tendencias a nivel mundial. Esto les obliga, no solo a entender, probar y proponer movimientos de alta dificultad en todos los estilos, también les obliga a viajar y nutrirse de las últimas tendencias de cada continente o en países a la vanguardia del setting. Contar con estas perspectivas al organizar un simulacro para muestra equipo es estimular el paladar los deportistas con los últimos sabores y, probablemente, con especias muy similares a las que se vayan a encontrar en el circuito de competiciones a lo largo del globo durante este 2024.
Sergio Verdasco lleva cuatro años equipando en el circuito internacional, en la Copa de Europa y del Mundo, lo que significa que es una persona con experiencia en este campo. Conoce las tendencias en cuanto a setting en competición y el funcionamiento de una Copa del Mundo.
Maelys Agrapart, además de setter, también se dedica a la competición y quedó como semifinalista en una Copa del Mundo.
Su presencia, así como la de José Luis Palao ‘Primo’ –setter del Equipo Sputnik y equipador internacional de competiciones–, consigue que el simulacro sea más acertado, puesto que conocen lo que se equipa en los circuitos de competición, conocen el estilo y la complejidad de las competiciones actuales y permite a los escaladores ponerse en una situación más real. Por eso resulta todo un lujo haberles tenido equipando para este primer simulacro en Sputnik Legazpi.
Cómo funciona un simulacro
Concretamente en esta ocasión hemos planteado dos rondas de bloque con el mismo formato que se utiliza en las rondas clasificatorias de las pruebas de Copa del Mundo: calentamiento en una zona de aislamiento, donde los deportistas no pueden ver el escenario de competición, para luego salir a la palestra donde se enfrentan a 5 bloques diferentes con cuatro minutos para intentar resolver cada bloque y 4 minutos de descanso –el tiempo que tiene otro escalador en probar dicho bloque–. Todos los problemas se enfrentan a vista y, aunque no hay límite de intentos para llegar al top, sí cuenta el número de intentos con los que se resuelve el problema.
El objetivo de las competiciones de bloque es resolver el mayor número de problemas en la menor cantidad de pegues posibles. En la escalada general, el rendimiento es multifactorial: son muchos los aspectos que influyen en el resultado y casi innumerables los componentes que lo explican. A día de hoy, esta concepción multifactorial es una de las principales características y atractivos de las competiciones de bloque.
La escalada –de competición– evoluciona
Hace no tanto prácticamente todas las rondas clasificatorias, semifinales o finales se basaban en problemas muy físicos sobre presas minúsculas, pies inexistentes y movimientos largos en grandes desplomes. Sin embargo, en las dos últimas décadas esta concepción ha evolucionado mucho y, sin abandonar esos estilos, las rondas normalmente se componen de bloques con estilos variados, obligando a los escaladores a ser competentes en un abanico mayor de capacidades y cualidades físicas, técnico-tácticas y psicológicas.
Esta evolución no solo ha propiciado un desarrollo de los deportistas, sino que también ha generado una evolución del deporte en sí, haciendo que la escalada de competición posea un atractivo incluso para quienes nunca se han puesto unos pies de gato.
¿Qué aporta el simulacro al Equipo Sputnik?
En palabras de Ekhi Alsasua, entrenador del Equipo Sputnik: “Este evento ha sido todo un éxito en la preparación del Equipo Sputnik”. Ha sido un privilegio poder entrenar en casa bajo situaciones competitivas, organizar un simulacro con instalaciones y materiales de máxima calidad, donde trabajan personas profesionales que aseguran la calidad que caracteriza a estos mismos eventos a nivel internacional y bajo una metodología de trabajo que nos hace dar la mejor versión a todas las personas involucradas: deportistas, entrenadores y setters. “No es solo es un privilegio, sino una práctica necesaria para que el Equipo consigamos rendir en primera división”, concluye Ekhi.
¿Y qué aporta a la comunidad Sputnik?
Importar las últimas tendencias de competición a la sala nutre no solo a los deportistas de competición, también a toda aquella persona vinculada con la sala: influye al resto de setters de la sala, al equipo técnico que tiene que adecuar su concepción de entrenamiento a las necesidades de estas tendencias, al uso del espacio y los materiales para alinearse con estas tendencias, etc.
Al igual que si nuestro modista acudiera a la pasarela Cibeles, seguramente no acabaríamos saliendo a la calle igual vestidos que siempre, las últimas tendencias en competición van calando en las salas comerciales.
Al observar uno de estos bloques de competición es posible que muchos de nosotros no seamos capaces de menearnos en uno de estos bloques… si pretendemos que nos salga al primer pegue. Y esto supone un cambio de concepción para el usuario a la hora de encarar un bloque.
Cierto es que hay poca gente preparada para enfrentarse a estos bloques, como Ichi o Guille o esas personas que encadenan bloques rojos y negros en las salas Sputnik. Sin embargo, en otros países europeos y especialmente en Japón, la rotación de las salas –el tiempo que se tarda en cambiar un bloque– no es tan alta como en España porque el objetivo no es resolver un problema en cuatro intentos si no en varias semanas. En Japón, por ejemplo, las propuestas de Boulder son dificilísimas y la gente pasa semanas probando un solo bloque en el rocódromo.
En una reciente visita a Japón, Ichi y Guille apenas pudieron encadenar algunos problemas por su dificultad, porque el enfoque allí es ensayar un bloque durante uno o dos meses hasta lograr resolverlo. Esta forma de planificar las visitas al roco puede terminar por instalarse también en España.
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